sexta-feira, 2 de maio de 2014

La dualidad de Bárbara Mori en 'Dos Lunas' (VíveloHOY)

CHICAGO — En 2004, cuando protagonizó “Rubí”, la telenovela de Televisa, la actriz mexicana de origen uruguayo Bárbara Mori parecía tenerlo todo.

Un protagónico exitoso en la cadena de televisión quizá más importante de Latinoamérica y una de las más importantes a nivel mundial y, con ello, la mesa estaba puesta para convertirla en una de esas “reinas de las telenovelas”. Otra en su lugar se habría quedado con la corona y se hubiese sentado tranquilamente en ese trono. Pero no Bárbara, ella buscaba crecer como actriz.

“Cuando ‘Rubí’ llegó a mi vida alcancé el éxito y el reconocimiento en una empresa donde se me ofreció todo. Me pude haber quedado ahí, cómodamente, tener un futuro asegurado haciendo los mismos personajes, otra telenovela, ser la protagonista. Pero como artista, como creativa por dentro me hubiese quedado frustrada. Tengo muchas ganas de seguir creciendo, evolucionando, aprendiendo y la única manera de hacerlo es arriesgándose. Dejé toda esa comodidad que me ofrecía Televisa en ese momento. Mi sueño era y es crecer”, comentó en entrevista con HOY.

Mori, de 36 años, comenzó su carrera en 1997 en la telenovela “Al norte del corazón” de TV Azteca. Seis culebrones más con esa cadena, entre ellos los protagónicos en “Azul tequila”  en 1998 y “Amar es…querer con alevosía” en 2002, la llevaron luego a protagonizar “Amor descarado” de la cadena Telemundo en 2003 y de ahí, a “Rubí”  y Televisa.

Alejándose de los proyectos y personajes de televisión, tras su debut en Televisa optó por hacer cine con proyectos que no sólo le permitieran hacer personajes distintos, también alejarse un poco de su belleza física como la comedia chilena “Pretendiendo” (2005).
No es que Mori reniegue de su belleza, pero como artista no quiere depender de ella. “De pronto el ser bella físicamente me abrió las puertas en el mundo de la televisión y cuando quise dar ese salto al cine estaba ese tabú de que sólo era una cara bonita. Quise alejarme de esos personajes de mujer bonita y buscar aquellos que una vez más me hicieran crecer y arriesgarme. Poco a poco me fui ganando mi credibilidad y créeme, me costó trabajo. Finalmente, cuando uno hace las cosas impulsado por el corazón, con verdad, con amor y se es honesto, uno consigue lo que quiere. Yo nunca he quitado el dedo del renglón en esa parte. Sé que me falta mucho por hacer, mucho por aprender y sigo en esa búsqueda de ser cada vez mejor”, recalcó. ‘Dos Lunas’, su regreso a la televisión Con ese camino de aprendizaje, su regreso a la televisión no podría ser más que un reto para ella. Tenía ganas de volver a la pantalla chica, pero no en una telenovela. Apostó por un proyecto distinto llamado “Dos Lunas”, que este sábado 3 de mayo se estrena por MundoFox a las 9 pm. Además de ser la productora, es la protagonista, una mujer con doble personalidad. Por un lado es Soledad, una brillante psicóloga capaz de sumergirse en la vida de sus pacientes y por su lado oscuro es Luna, una misteriosa y sensual DJ que frecuenta el ambiente nocturno de la Ciudad de México. En el centro de la historia se encuentra un complejo triángulo de amor entre Soledad, Luna y Bruno —interpretado por el actor argentino Leonardo Sbaraglia— un poderoso magnate de la música y propietario de un exclusivo bar de moda. Soledad será la terapeuta encargada de llevar adelante el caso de Ana, la hija de 9 años de Bruno, quien no tiene una buena relación con su padre tras la misteriosa muerte de su madre. Durante una de sus aventuras nocturnas, Luna se convierte en la amante de Bruno quien a su vez se verá involucrado en una relación que él cree es con dos hermanas distantes. “Buscaba hacer algo que tuviera algo que decir. Pasé por un proceso en mi vida donde puse un alto y dije: ‘A ver, más allá de esta actriz famosa, más allá de lo que la gente espera de mí, ¿qué es lo que yo quiero, quién soy yo, a dónde voy como mujer? Cuando hice ese alto en mi vida, arranqué una búsqueda interna que me llevó a descubrir cosas muy hermosas, donde descubrí esta dualidad que tenemos los seres humanos, esta parte oscura que nos quiere llevar al límite”, describió. “Me moría de ganas de volver a trabajar con Leonardo, es un actor con el que trabajé en ‘Amor, dolor y viceversa’, de quien aprendí muchísimo y a quien le agradezco su generosidad porque realmente al trabajar con él aprendí mucho, a mí me gusta aprender y crecer. Lo invité y le encantó el proyecto. De ahí lo presentamos a la productora Argos de Epigmenio Ibarra, a quien le admiro la manera en que hace televisión en México y Latinoamérica. A él le gustó y nos dimos la mano como productores, y luego MundoFox se enamoró del proyecto”, narró. La búsqueda de Bárbara Mori busca no sólo crecer como artista en cada proyecto. Busca retos y ser siempre honesta consigo. También busca ese equilibrio, aceptar su propia dualidad. “Si todos fuéramos capaces de sumergirnos en nuestra oscuridad personal y aceptarla, ahí podríamos amar de verdad y a quitarnos las máscaras”, realiza. Algo que parece todavía estar en proceso de lograrlo, un proyecto a la vez, como el filme “Alicia en el país de María”, que filmó en México junto a Stephanie Sigman (“Miss Bala”) y Claudio Lafarga (“XY”) a estrenarse en México este mes y “Cantinflas”, filme sobre “el mimo de México” protagonizado por Oscar Jaenada y donde tuvo una participación especial interpretando a Elizabeth Taylor. Este año tiene dos propuestas más en cine, una en Los Ángeles y otra en Egipto. En televisión, se plantea hacer una segunda temporada de “Dos Lunas”. “Creo que eso es suficiente este año”. Esa dualidad propia de Mori es la que se explora en parte en “Dos lunas”, donde además, en los 13 capítulos de esta primera temporada de la serie se abordará el tema de una patología mental. “Van en encontrar un proyecto que habla de lo complejo que es el ser humano, de esta dualidad que todos tenemos, de los problemas que enfrentamos. La serie toca temas con los que seguramente, algunos se van a reflejar en los casos, escenas o situaciones que viven los personajes. No tiene el propósito de educar ni dar una enseñanza, más allá de eso, busca que la gente empiece a cuestionarse si hacemos lo que queremos hacer por nuestra cuenta y no lo que nos dice la sociedad, que cada uno se plantee qué busca, qué quiere, que se cuestione qué frustraciones tiene”, agregó. Con Leonardo Sbaraglia, Bárbara hizo una mancuerna perfecta en el filme “Amor, dolor y viceversa” (2009) y quería repetir la experiencia.

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